Un dia de corredero en Cebada Gago (Parte II)

Continúo con la segunda parte de las tres en las que he dividido ese día de corredero en el "Taurodromo" (así se le conoce al corredero del Toro Bravo) en la finca ganadera de Cebada Gago, Termino municipal de Medina Sidonia y epicentro de la llamada Ruta del Toro de la Provincia de Cádiz.
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Con la ayuda del Ganadero nos fuimos posicionando en sitios estratégicos y con la ayuda del todo terreno para así podernos trasladar de un punto a otro sin correr peligro y con mayor rapidez.

Lo que mas me marcó el esperar hasta la última instantánea posible a la tropa de veinticinco Toros en algunos de los cuatro lotes que vimos, el temblar del suelo y el sonido junto con la nube de polvo que se levantaba a su paso en el ya seco campo del Sur de España.

También me asombra y mucho como el grupo de animales conocía de memoria la ruta que debían de hacer, donde pararse a descansar, aún sin que les arrearan los vaqueros en una de las veces, todo motivado por que les hacen ese ejercicio tres veces en semana cuando alcanzan los cuatro años de edad y el toro es un animal muy inteligente y hace memoria y se orienta a la perfección.

Normalmente el camino de vuelta se hace a un ritmo mayor que el de ida ya que vuelven hacia su cerrado o "querencia" y esto hace que aligeren aun mas el ritmo.

Pero durante el trasiego de ganado en tan peculiar pista de entrenamiento, hubo unos minutos de verdadero peligro cuando un toro decidió que ese día no contaran con el para la sesión de ejercicio y se plantó a un lado y dijo "hasta aquí hemos llegado, ni un paso más".

Es sorprendente la parsimonia con la que los hombres de campo afrontan los contratiempos que puedan surgir con tranquilidad y saber hacer.

Llegó el Toro incluso a volverse un tramo hasta toparse con la puerta que habían cerrado a posta para evitar que anduviese todo el camino en contra y en solitario.

Al final y con la ayuda de los bueyes lograron lo que las piedras no consiguieron, persuadirlo y conducirlo hasta lo alto del cerro donde sus hermanos de camada esperaban en solitario.

En comparación a los mansos parece mas pequeño de lo que en absoluto es.

"Hasta aquí hemos llegao"

Seguramente paso por la cabeza de este Toro:
"y pienso yo, si no me abren la cancela, en mi cabeza tengo dos llaves maestras para hacerme una donde me parezca"

Retomando el camino correcto en busca de sus hermanos con la ayuda de los cabestros.

Continuará con la 3ªParte
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